Para el modelo “hipnótico Ericksoniano” todo es hipnosis. Es la puerta que permite comunicarnos de forma profunda y abierta con otros seres humanos; establecer vínculos y generar espacios de comprensión donde se acogen y utilizan los distintos trances de la vida para desarrollarse en un contexto de aceptación y transformación de la realidad en nuevos cambios y bienestar.
La hipnosis no es mas que un estado alterado de conciencia durante el cual nuestros sentidos se agudizan, tenemos acceso a nuestros archivos de memoria y ponemos nuestra atención en los procesos internos que son los que determinan nuestra conducta externa. Además durante este estado estamos más susceptibles a las sugestiones, en especial las positivas que no amenazan nuestros valores establecidos. Es esa capacidad receptiva la que el Hipnoterapeuta aprovecha para la reprogramación de la conducta en el individuo.
El porqué no podemos hacer lo que queremos o comportarnos como quisiéramos es porque obedecemos a impulsos internos dictados por las experiencias y emociones archivadas en nuestra mente subconsciente que son los que determinan nuestra conducta, nuestros valores y principios. Cuando la técnica de hipnosis es usada de manera terapéutica, deseo significar, para el beneficio de la persona en la eliminación de manifestaciones negativas en su cuerpo físico (como son las somatizaciones por ejemplo), cargas emocionales, estados mentales dañinos y compulsiones, es cuando se conoce como Hipnoterapia. La Hipnoterapia se define como ciencia y como arte. Cuando se trabaja bajo un ambiente clínico, como lo es en la práctica de la Hipnosis Medica Complementaria o la Hipnosis Clínica, aunque para algunos debatible, se conoce como ciencia.
La aplicación terapéutica de la hipnosis ha sido de gran eficacia a nivel físico y mental. La hipnoterapia sirve tanto para dejar de fumar, rebajar, ansiedad, manejo dolor físico, como para cambiar patrones de
conducta y/o emocionales erróneos.
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