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Fobias: Miedo a Vomitar

UN CASO DE MILTON H. ERICKSON

MILTON H. ERICKSON: Se da cuenta de que está en trance, ¿no es cierto? Podrá darse cuenta mejor si cierra los ojos. Ahora bien, en ese estado de trance quiero que se sienta tan cómoda, quiero que entre en un trance tan profundo, que le parezca ser una mente incorpórea, que su mente flota en el espacio libre de su cuerpo, flota en el espacio y en el tiempo.

Y quiero que elijas un momento del pasado en que tú eras una niña muy, muy pequeña. Y mi voz irá contigo. Y mi voz se convertirá en la voz de tus padres, tus vecinos, tus amigos, tus compañeros de escuela, tus compañeros de juegos, tus maestras. Y quiero que te veas sentada en el aula, una niña pequeña qué se siente contenta por algo, por algo que pasó hace mucho tiempo, algo que tú has olvidado hace mucho tiempo.

Y hay otra experiencia más que quiero que tengas. Y cuando te diga que te despiertes, quiero que te despiertes sólo del cuello para arriba., todo el resto de tu cuerpo permanecerá profundamente dormido. Ahora bien, será trabajoso despertar del cuello para arriba, pero tú lo puedes hacer.

Ahora , muy pronto empezarás a despertar del cuello para arriba. No tengas miedo, que tu cuerpo está profundamente dormido. Tómate todo el tiempo necesario pata despertar del cuello para arriba, Es trabajoso, pero tú lo puedes hacer.
(Larga pausa.)
Ahora tu cabeza comienza a despertar. Tus ojos comienzan a abrirse. (Pausa,) Tú puedes hacerlo. Y tal vez tu cuerpo, que sigue profundamente dormido, sea el de una niña pequeña. Te estás despertando lentamente del cuello para arriba. Tus ojos empiezan a aletear entreabriéndose. A medida que alzas la cabeza, tu cuello pierde su rigidez.
(Pausa.)
Alza la cabeza y mírame. ¿Está despierta tu cabeza?

Tú sabes que en este mundo hay muchas maneras de adaptarse a la vida. A mí me espantaría tener que nadar en el Océano Ártico, pero a la morsa le gusta, y a la ballena le gusta. Para mí en la Antártida hace mucho frío. No me gustaría nada ser un pingüino y tener que incubar un huevo a quince grados bajo cero, manteniéndolo entre mis patas y aguantándome el hambre durante seis semanas hasta que mi rechoncha esposa vuelva del océano y me reemplace en la incubación del huevo.

Y tú sabes que las ballenas, esos enormes mamíferos, viven de plancton, las partículas microscópicas que hay en las aguas oceánicas. Y me pregunto cuántas toneladas de agua pasan por la boca de la ballena para que ella saque de allí plancton suficiente. Porque como tú sabes, a mí me alegra que la ballena pueda comer plancton y volverse grande y corpulenta. Y los famosos buzos autónomos de Australia disfrutan cabalgando sobre el lomo del tiburón leopardo mientras éste nada perezosamente, dejando que el agua del mar pase por sus branquias para tomar su oxigeno y peinando sus branquias para obtener el plancton que le permita alimentar su corpachón.

¿Tienes algo que objetar a que las ballenas y tiburones vivan de ese modo? Y vi un programa educativo acerca de un picarro o pájaro carpintero, preparado por un aficionado a la ornitología de la Selva Negra. El picarro se pasó tres semanas horadando un orificio suficiente para albergar a sus crías dentro. El aficionado, aprovechando que papá y mamá picarro se habían ido en busca de alimento, hizo un agujero que llegaba hasta el nido, sacó la madera y la reemplazó por un panel de vidrio. Luego instaló una lámpara eléctrica para poder filmar el ritmo de crecimiento de los polluelos. Por último le colocó a uno de los polluelos un anillo en torno del cuello, y en ausencia de sus padres le vaciaba la garganta para ver con qué clase de comida se lo estaba alimentando. Descubrió así que el picarro es un ave vital para la preservación de los bosques: el alimento consistía en escarabajos comedores de hojas y de madera, que destruyen el follaje y la corteza de los árboles.

Por supuesto, los padres salen a buscar escarabajos, y tienen un buche donde predigieren a esos duros bichos. Y al volver al nido regurgitan los escarabajos, a medias digeridos ya, en los picos abiertos de sus crías.

Por mi experiencia, creo que el amamantamiento es una forma muy superior de obtener comida. Si yo fuera un pájaro carpintero recién nacido, preferiría los escarabajos regurgitados, ya predigeridos. Y así, aunque los seres humanos son superiores a todos los demás animales por su desarrollo, tienen en su vida el equivalente de estos aprendizajes tan peculiares de otros animales. Nosotros, utilizamos la regurgitación para salvar la vida. 1os picarros utilizan la regurgitación para salvar la vida. Los. seres humanos se tragan las cosas al instante sólo para que su estómago les reproche: “Pedazo de idiota, desembarázate de esto ahora mismo, y por la vía más corta posible.” ¿No está bien, acaso?

Y me parece maravilloso que los seres humanos tengan estómagos sin cerebros pero con bastante inteligencia para espetarles: ” ¡Desembarázate de esta porquería lo más rápido posible! Pues bien, todas estas cosas de la vida humana son muy, muy importantes y admirables.

Ahora, ¿piensas que vas a volver a tener miedo de vomitar? No es necesario que lo tengas. Es bueno que no debas depender del cerebro de tu cabeza. Y podría decirse que la reacción es a menudo mucho más inteligente que las reacciones de la mente.

Entonces, ¿te gustaría contarnos cómo es que tenías miedo de vomitar?
Kathleen (K.): ¿Y usted cómo lo sabe?

MILTON H. ERICKSON: En este mundo hay siempre unos cuantos chismosos. ¿Sabe cuándo desarrolló su fobia a los vómitos?

K.: Hace mucho tiempo.

MILTON H. ERICKSON: ¿Ha oído decir que “la ontogenia repite a la filogenia”? El crecimiento del individuo reproduce el crecimiento de la especie. Usted respira por su nariz, pero anatómicamente tiene todavía hendeduras bronquiales. ¿Qué tal se siente uno cuando está totalmente despierto? ¿Qué tamaño tiene su cuerpo? ¿No le parece llamativo que no pueda usarlo? ¡No, no puede ponerse de pie!

K.: ¿Qué es lo que no -puedo hacer?

MILTON H. ERICKSON: No puede ponerse de pie

K.: ¿Está seguro?

MILTON H. ERICKSON: Oh sí, yo estoy seguro, ¿pero lo está usted?

K: Bueno, lo estaba hasta hace un minuto; pienso que sí puedo.

MILTON H. ERICKSON: Prácticamente todo el mundo aquí sabe que puede; usted sólo piensa que puede.

K.: Bueno, sé que podía hasta hace un minuto. Siempre tuve mucho miedo de no poder moverme, de ser una inválida como mi madre.

MILTON H. ERICKSON: ¿Qué es lo que dejó inválida a su madre?

K.: Por muchos años yo creí que había sido la polio, pero después descubrí que fue su mente. Ella tuvo polio, pero fue su mente.

MILTON H. ERICKSON: La mía es realmente una polio, además de los desgastes propios de la edad. Algún día voy a desaparecer, como la calesa de un solo caballo. Sin embargo, hasta que llegue ese día tengo la intención de seguir por aquí.

¿Sabe una cosa?, cuando yo era chico visité al hermano de mi abuela y su familia. Estaban esquilando ovejas. Yo oía balar a las ovejas y me escapé, porque no podía entender eso de que esquilaran las ovejas. Mi tía Mary sirvió hígado de cordero frito, y durante años yo no pude comer hígado porque me hacía pensar en las orejas de esas ovejas. Ahora, con la gota que tengo, no puedo comer todo el hígado que me gustaría. Cierre los ojos, y despierte completamente ahora. Completamente. Despiértese del todo. Y libre. Y trate de borrar la sonrisa de su rostro. Bien, ¿qué piensa de los vómitos? Es como cuando uno toma demasiadas latas de gaseosa; si tiene que largar, tiene que largar.

K.: ¿Usted cuenta con un plantel secreto de chismosos?

MILTON H. ERICKSON: Su amiga vino esta mañana y me dijo que usted había tenido un mal sueño, del que sólo recordaba los afectos. Eso me llevó a pensar que usted tiene una fobia. Uno de mis chismosos mencionó la fobia. ¿No la pone contenta que haya chismosos? ¿Cree usted en la reencarnación?

K: Yo voy a volver encarnada en una trompa a pistones.

MILTON H. ERICKSON: Pienso que tiene que volcarlo y vaciarlo.

K.. ¡Toda mi vida estuve regresando como trompa a pistones sin saberlo!, -¿Se da cuenta? Ahora veo la imagen, antes sólo tenía el sonido.

MILTON H. ERICKSON: Que le sirva de lección: no todos sus cerebros están ubicados en su cráneo. Ya sabe lo que dijo Shakespeare: “Las etapas de la vida comienzan en verdad con el infante.” Bien, yo creo que usted debió tener un buen comienzo en la vida. Y en la Epístola a los Corintios dice: “Cuando era un niño, hablaba como niño y actuaba como niño. Ahora que me he vuelto hombre, he dejado de lado las cosas de niño.” Y eso incluye los temores, ¿no? ¿Cuál es su nombre de pila?

K.: Kathy.

MILTON H. ERICKSON: ¿Puedo cambiárselo oficialmente? A partir de ahora, sólo se llamará Kathleen, no ese gatito temeroso que vomita, Kathy.

¿Cómo se siente?

K.: Entre espaciosa y pacífica.

E.. Hay una antigua canción irlandesa, no quiero llamar a mi esposa para que la cante, yo nunca me la acuerdo exacta y correctamente. Quise presentar a Margaret Mead manifestando que yo no sabía repetir poesías correctamente. Pero no tengo ninguna, dificultad para presentar a Margaret Mead. Y la otra cosa de la que yo estaba seguro es ésta: que podía recitar “Una rosa es una rosa es una rosa es una rosa”, de Gertrude Epstein. Sólo más tarde me di cuenta, porque me lo dijo mi familia -ellos se divirtieron mucho con esto- que el apellido de Gertrude es Stein y no “Epstein”, ¡y que hay sólo tres rosas!

Ahora bien, lo que en este momento tengo presente es “Hasta el fondo del mar se fue McGinty”. Juró que si el mar era de whisky irlandés, no volvería nunca de allí. Si el mar estaba seco, ¡por cierto que no iba a desperdiciar ninguna gota vomitándola! ¡Y Kathleen es un buen nombre irlandés!

Bueno, han asistido a una demostración de psicoterapia. No estuve solemne en lo más mínimo, pura risas y bromas. Tal vez los haya aburrido terriblemente hablándoles de ballenas y plancton y todo eso. Pájaros carpinteros y escarabajos.

 
 
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